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Foto del escritorRevista Luna: VDP

Tres poemas genéricos y otro genuino




Por: Manuel Tellez



La vida



La vida es aquello que experimentas todos los días.

Es levantarse de la cama e ir a estudio o trabajar,

es hablar con quienes te importan

y pasar el tiempo viendo vídeos u oyendo música.

Eso es la vida.


La vida existe desde quién saber cuándo.

No hay un fin, ni un inicio claro.

La vida no solo se limita a los seres humanos,

ya que también están las plantas y los animales.

Ellos no trabajan ni estudian, pero tienen vida,

tienen necesidades y también quieren sobrevivir.


La vida es eso que algunos viven de noche

mientras que otros duermen.


El tiempo es de quién esté vivo,

los demás se tiene que conformar

con las sobras. Si es que quedan.


La vida es: aquello que desees que sea.




El Tiempo



Concepto complejo que nunca vamos a comprender,

eso es el tiempo. Un “algo” que al igual que la vida

empezó desde hace mucho antes que el hombre llegara.


Como personas intentamos comprender lo incomprensible.

El tiempo no es exacto. Hay segundos que duran horas

y años que duran días o minutos.


¿Qué fue lo que hiciste en marzo de este año?

Solo han pasado casi ocho meses

y se sienten como si marzo hubiera pasado

hace once meses u quizá más.


¿Te has puesto a pensar en los planes

que dijiste que ibas a hacer en 2015?

Parece broma que han pasado 5 años

y no has avanzado.


El tiempo no es exacto, ni preciso.

No le importa serlo, él es lo que es

Y nos tenemos que aguantar.




Una Mujer



Es toda una dama. Fina y delicada,

es la musa de mi poesía,

es la melodía de mi canción,

es toda una mujer.


¡Figura perfecta!

Tal cual dios la trajo al mundo.

Pobre del infeliz que no la valore,

le recordaré a su madre.


Pesadilla de mis vicios,

ángel de mis sueños.

Una mujer.


Segura de sus miedos e

Insegura de sus capacidades

Esa es la mujer que conocí ayer.




Ella



Hoy, estoy de luto.

Ha muerto, ella ha muerto.

Se fue al infierno esta mañana

Me dijo un vecino amargado.


En medio de mi conmoción

no fui capaz de callarlo,

estaba tan perplejo por su partida

que no había dado cuenta

que era el único en el salón.


Su cama seguía en la habitación

donde tantas veces la vi.


¿Qué no hice por ella?

Aguante sus delirios,

compartí sus sueños y metas,

discutimos cuánta tontera pudiéramos aguantar

viví su alegría por el embarazo,

también su llanto por la muerte prematura

de su hijo.


“Se ha ido, y es para siempre.”

“Que la tenga dios en su gloria bendita.”

En medio de mi abatimiento, esas palabras están vacías.

Entiendo su noble intención, pero no comprendo

cómo ellos pueden seguir como si nada y yo no.


Ella…


Aquella era la única que me hacía feliz

sin que fuéramos algo.

Aquella fue quien se llevó mi sonrisa

Cuando partió.


Hoy estoy de luto.

No hay motivo para levantarse de la cama.

No hay motivo para sonreírle a la vida.

No hay motivo para seguir respirando.


No hay motivos… ya me cansé de fingirlos…


Han pasado cuarenta días y la vida sigue, lo sé.

Cada uno lucha contra esto como puede, yo también.

En mi casa hay una foto del día que nos conocimos.

Todos los días la veo y con la sonrisa más falsa que tengo

Le digo: “hoy me siento mejor que ayer.”

Claro está que no la puedo ver a los ojos

Me invade el llanto y la frustración se apodera de mí.

La cólera me recuerda cuánto me sigue doliendo su partida;

el silencio, cuánta falta me hace verla caminar por la calle.


Ella, que sin ser alguien importante, lo era todo para mí.

Era mi confidente, aunque nunca le conté mis secretos,

era mi guía, sin que lo supiera,

era mi alegría, aunque nunca le pude sonreír.


Ella…


Han pasado diez años desde esa mañana

y yo sigo de luto.




Manuel “Voiltez” Tellez

Octubre, 2020

Director de redacción en Revista Luna.

Escritor.


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