Poeta Angela Sacalxot
- Revista Luna: VDP
- 25 jul 2020
- 4 Min. de lectura
Anochece
En las mágicas horas de agonía
donde la luz del día mortecina
desfallece de ceguera
ante la noche que se inyecta
entre sus grietas.
Yo respiro.
El viento toma un momento. Respira.
Las algarabías
se acurrucan en la alfombra
y respiran,
respiran,
toma forma el oscuro placer
de la nocturna ansiedad:
del todos respiran.
Nacen del fondo de mi pecho
una vertiente de palabras
que moldeo al antojo de mis designios,
oscuros y solemnes.
En estas noches mecidas
con la luz de angelicales seres
y amaneceres donde se esconden
resignados los macilentos y pesarosos entes.
Aquí estoy fluyendo con la lluvia
que desordena la habitación
inunda el librero
y cada libro sin palabras se queda
hundiéndome en un charco
que tan pequeño se ve
como una flor
pero tan profundo como el universo soñador.
Palabras, silabas, signos de puntuación
ondulantes en el corazón
de las horas fraudulentas de mi imaginación.
Temblor
Silencio desnudo en la madrugada
rosando las manos heladas
de una quietud intrigada.
Malabares con estrellas.
La luna juega en la cabecera
de los sueños sutiles.
Ráfagas de viento bailando al eco
en armonía entre el silencio,
deseos de ojos despiertos,
miradas al vacío,
al infinito incierto.
Silencio, detonante del tiempo
que se detiene en la madrugada,
la alerta que no llega,
un suave temblor
nace desde el fondo de la tierra.
El silencio se corrompe,
cae y se hace añicos
el florero de la noche.
Los Niños Juegan
Un silbido desesperante,
tose en medio de la calle,
canta algo entre dientes,
estas noches se han vuelto
complacientes.
Responde a un gruñido
que los ojos distantes detonan
en dirección a su parada.
Los murmullos se convierten
en risas estrafalarias
y retumban ecos de guitarras.
Los niños no duermen,
alguien juega a lanzar
monedas al aire
mientras la noche se asienta.
Alguien sabe que la noche
solo tienta.
©2018 Noche en mi ventana
Editorial POE.
Angela Sacalxot
Primera Edición
Más poemas de la autora, ganadores de certámenes locales.
Palabras
Todas estas palabras se ahogaran al final del día
entre charcos de llantos olvidados
mezcladas en el aire de las estaciones capturadas por el tiempo,
líneas súbitas que escapan al horizonte.
¿Quién seré al final del día?
Tal vez un manojo de palabras marchitas
asomándose en la ventana.
Seré tal vez una palabra inventada para ser forzada
en la rima asonante de una métrica sangrante.
Me veré rodeada de un millar de oraciones gritándome,
colgando sus aflicciones en mi cuello,
rosando la espesura de sus verdades en mis oídos.
… A Él
Te escribí un par de canciones en la mesa,
soltando mi cabello, recogiendo mis miedos
y me lancé a la incertidumbre de un náufrago que no sabe
en que playa se encontrará durmiendo.
Espere a que amaneciera en las cartas sin destino,
borrando y re escribiendo la soledad de una noche
sin forma entre mis manos.
Porque sigo dispuesta a dejar un poco de mí en tus recuerdos,
aunque no sueltes de ti un momento
para pegar mis delirios a este cuerpo lleno de palabras que no entiendes
que no verán al sol caminando en tu mirada.
¿Sabrás leerme algún día, en la tibia lejanía de los días?
¿Apartarás en tu corazón espacio para mí?
Las letras siguen en pie ante la punta del lápiz,
las palabras siguen mudas en el filo del papel agonizante,
tus ojos seguirán ausentes ante estas cartas
que no avanzan en el sueño de lo inherente.
… A Ella
No me escucha, yo viajo entre su vaivén,
tartamudeando en la congoja,
repitiendo las silabas en una sopa.
Mírame cuando escupa palabras al azar,
cuando finja formar una retahíla de emociones que no tienen forma,
escucha mis pasos al sonar de las campanas escondiendo mi llanto.
Yo estoy aquí, en forma casi inexacta,
probando una manera más perfecta para llegar a la frontera de nosotras.
Puntos aparte, la distancia se apresura a formar una última línea
las verdades se presentan entre gritos y falta el aire
respondiendo a medias en un lugar donde ya no estoy.
Inexistente en el lugar que llamo hogar.
… A Mí
Nuestra boca dispersa las palabras
a cada esquina donde baila
donde nos hacemos eco
manifestando al mundo que conjugamos sentimientos
para armar sílabas que desbordan en palabras, gritos al cielo,
trazos en papel y viento.
No te quedes con las palabras adornando tus adentros
díselas por lo menos a la muchacha sonriendo
a la que le pides que no se pare frente a ti
que dispare su mirada a otro silencio.
Escríbele verdades y cuentos.
No le mientas a medias, no le escribas vanos argumentos.
Deja que te lea y te responda, que te cuestione
tu no la dejes sin preguntas, no la dejes sin respuestas.
Al final de cuentas no veras a otra persona
Que no seas tú frente al espejo
Cada mañana por el resto de la indiferencia.
Angela:
«Para mí, la poesía es un presagio y sueños pasados que se conjugan con los momentos más íntimos para crear una imagen capaz de sacarnos del lugar en donde estamos, por eso deseo que quienes lean mi poesía se sientan capaces de vivir entre las imágenes que se asoman en los espacios del tiempo en el que existo».
Angela Eunice Sacalxot
(Quetzaltenango, Guatemala, 1993)
Su poesía se encuentra en las antologías “Efluvio Poético” con el Club de Poesía Casa los Altos.
“Versos Incompletos” y “Per-Versos” con Poetry Slam Xela.
“Para cuando nos volvamos a juntar en la cafetería a tomar café, antología poética hispanoamericana de mujeres menores de 30 años” con Chuleta de Cerdo Editorial.
Publica su primer libro “Noche en mi Ventana” con Editorial POE.
Primer lugar del concurso literario Letropias de Lucano Coffe and Books y segundo lugar del certamen de poesía Matasanos Practicantes del Centro Universitario de Occidente.
«Leer a Angela es sinónimo de paz, y mundos imposibles creados entre sus letras».
Alan Barrera.
Director.
Muy pronto leerás más de su trabajo por este medio.
©️Angela Sacalxot
©️Versos de Plata
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