¿En dónde estamos? ¿En el fin o en el inicio de algo que siempre quisimos y nunca encontramos? ¿Somos unos autores o unos lectores? ¿Queremos que nos lean o que nos recuerde? Cada pregunta que me hago produce nueve más y así es como nunca termino de cuestionarme todo. Deseo, hoy, descansar de eso. Quiero sentir lo que es vivir un día apreciando lo que está a mi alrededor, desde lo más bello, mundano, simple y pequeño como una hormiga o el canto de un pajarito en su nido hasta lo más estridente y estresante que pueda haber, algo así como el tráfico en las horas pico y las discusiones “ocasionales” de alguna pareja en el súper.
Por hoy mi meta es sentir, no razonaré ni juzgaré nada. Hoy no. Quiero escuchar una canción y oír la voz del cantante, saborear su melodía y dejarme lleva por su emoción. Quiero despertar temprano de mis pensamientos críticos y analíticos y darles el descanso que tanto se merecen.
Salir a caminar sin un rumbo fijo aparentemente, quiero pararme en medio de una multitud y gritarles que los amo, a pesar que me vean como a un bicho raro o se burlen de mí, no me interesa. Hoy se trata de sentir, no de pensar. Ojo, con esto no me refiero a dejar de un lado el sentido común, no hay pasarse de listos. Quiero saludar a perrito de la calle y pasar unas horas con él, tratarlo como a mi mejor amigo (porque lo es) y darle de comer un pedazo de carne. Quiero saber que con mi ayuda alguien más está cumpliendo sus sueños y sus metas.
Por hoy, el panorama es otro. Uno cálido o sombrío, da igual. De cualquiera de los dos aprenderé algo nuevo. Y si por azares del destino mi día se arruina o no sale como planeé, no habrá problema. Me levantaré del sueño y seguiré. No me gusta que los demás se detengan por mi culpa, prefiero seguir aunque esté gravemente herido.
El día va espléndido. Todo marcha según lo esperado. No deja de darme un poco de miedo, ya que los días no suelen ser así ja, ja, ja. Tranquilos, lo estoy gozando. Simplemente estoy sintiendo lo que por mucho tiempo me negué a sentir.
¿Vale la pena abandonar quien eres por un solo día? Depende de cuál sea tu meta y tu estado de ánimo. En lo personal me siento bien con esta decisión. El día está por acabar y realmente no quiero que se acabe. Desearía que este día tuviera treinta y tres años de duración ja, ja, ja. Me hace sentir tan bien el estar tan feliz que ya siento que es ilegal ja, ja, ja.
Se acabó el día. No tengo nada que comentar. La sensación de tiempo fue la misma, pero la percepción fue diferente en todo sentido. Algún día podré volver a repetirlo, pero ahora que llegó a su fin, tendré que volver a generar mil preguntas por cada duda que me surja. Quizás algún día pueda encontrar el equilibrio entre pensar y sentir.
Mientras ese momento llega, quiero seguir hacia adelante, aunque me quede sin palabras, sin emociones y sin nada por decir o hacer. Mientras pueda seguir hacia adelante lo haré.
Sé que al final hay un “algo” que necesito y que es una especie de como recompensa por lo que hice y lo que no. Realmente no me interesa quedarme con ella, solo el llegar a ella.
Manuel Tellez
Director de redacción
Comments