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Foto del escritorRevista Luna: VDP

En otra vida

Al cerrar mis ojos y toparme con la oscuridad inminente dentro de ellos,

veo la posibilidad de una nueva vida.

De una nueva esperanza entre todo lo que no es.

La violencia a la mujer jamás existió, pero de alguna forma.

En algún interciclo del mundo, pasó.

Todo quedó allí dentro, en la memoria.

Y nadie quiso volver a vivir de nuevo esta pesadilla tan terrible.

Y entonces todo cambió.


Llegó el día en donde tu y yo, hermana.

Pudimos ser libres, volar como ave entre los cielos blanquecinos del alma.

Para empaparnos de felicidad nuestras mejillas rosadas entre la lluvia.

Sentir el viento helado entrando por nuestra piel, purificándola, amándola.

Adquirimos el poder del sol de cada amanecer posándose en nuestros cuerpos nutriéndolos de energía y protección.


Debemos una taza de café en la calle con nuestras otras hermanas

compartiendo la unión en la lucha.

Caminamos por los bosques, LIBRES, respirando el aire renovado

entre las hojas de los árboles junto a las mariposas relucientes.

El aire entra a nuestros pulmones rodeándolos de una luz

que nos protege e invade nuestras almas. Nos mantiene a salvo.


Donde las marchas existen para celebrar nuestra libertad, nuestra vida.

Para celebrar el amor. Para compartir la magia de ser mujer.

Usamos vestidos creados con las plumas de las aves y las flores del jardín.

Los portamos con todo orgullo y seguridad. Sin temor a nada.

Desde el centro de nosotros cantamos al aire libertades y expresiones,

donde en el viento resuene el eco de nuestras palabras.

Para llegar hasta donde la vista no llega y queda vagando ahí entre las nubes.

Libertad.


Nos topamos entre los seres, con una querida extraña para luego abrazarla y

transmitir la paz por haber obtenido nuestra libertad.

Sentirla. Vivirla.


Nos sentamos entre las montañas a ver las noticias y ver a demasiadas niñas,

señoritas, mujeres.

Y quedar con el cuerpo helado, tan plasmado.

Al ver que se trata de que sus vidas han sido una leyenda,

que están vivas, brillantes, fugaces.


No existe limites para nuestros deseos y sueños,

volamos tan alto que nadie llega hacia nosotras.

Solo nos observan y admiran por la gran capacidad de poder llegar tan alto.

Porque el cielo no es el límite.


Respeto, amor, libertad, igualdad, libertad. Libertad. Libertad.


L I B E R T A D.


-Sofia Rozotto.




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