Cuando eres pequeño y empiezas a hablar, por lo general, balbuceas palabras y poco a poco vas mejorando ¿Cierto? Pues el arte de escribir también se puede aplicar de ese mismo modo.
Cuando los escritores empiezan a escribir muchas veces no saben lo que resultará. Se pueden dar una idea en el camino de lo que esperan, pero esto puede cambiar.
Ese poema que acabas de ver publicado en algún blog o red social probablemente sufrió un montón de cambios antes de llegar a ser lo que lees. Es completamente normal y válido.
He aquí algunos detalles importantes que se deben tomar en cuenta:
Hasta que estés satisfecho con tu obra, publícala.
¿No sabes si lo que escribes está bien, es interesante o si a alguien le puede gustar? Publícalo y pide opiniones. Eso te puede ayudar.
Publica tus propios pensamientos. No copies las ideas de otros. Recuerda: Una cosa es inspirarte en el trabajo del otro y otra muy diferente es querer copiar todo el trabajo.
Que lo que publiques signifique algo para ti. No hay nada más bello que volver a leer ese poema de hace 5 años y sentir esa misma sensación que tuviste la primera vez.
Ahora, respondiendo a la pregunta inicial... No hay solo una respuesta correcta, sino varías. Ésta es una pregunta donde las respuestas no están ni bien ni mal, simplemente cada uno tiene su forma de entenderla y visualizarla.